¿Te has mirado al espejo hoy? ¿No lo has hecho? Entonces prueba lo siguiente: mírate bien de cerca. Acércate lo suficiente como para poder observar tus orejas muy detalladamente. ¿Por qué? Porque nuestras orejas revelan información sobre nuestra personalidad. Según una teoría basada en un diagnóstico visual del oído de Michael Figge, las orejas reflejan el carácter de una persona.
En este artículo te explicaremos qué características de nosotros mismos nos revela la forma de nuestras orejas. Las orejas finamente delineadas sugieren una personalidad muy marcada y sensible, mientras que una forma más tosca y gruesa demuestra un carácter más superficial. El tamaño de las orejas también es importante: cuanto más grandes, más fuertes somos. ¡Sigue leyendo y descubre más acerca de tu propia personalidad!
1. La forma de tus orejas: parte 1
A continuación detallaremos lo que se ha descubierto en cuanto a la forma de las orejas y el carácter de una persona. En primer lugar, una forma redondeada puede indicar una personalidad violenta, mientras que una forma más ovalada o alargada muestra un carácter más armonioso. Los bordes enrollados son típicos de las personas aplicadas y trabajadoras.
Por otra parte, cuando existe un espacio mayor entre el trago y el antitrago (cartílagos que sobresalen por encima del lóbulo) se habla de una personalidad flexible y abierta pero también distraída. En cambio, cuando el espacio es menor, la persona suele ser más terca y testaruda pero a la vez concentrada. Las orejas con bordes puntiagudos reflejan un carácter astuto, ambicioso y a veces malvado.
2. La forma de tus orejas: parte 2
La forma del lóbulo también dice mucho sobre nuestra personalidad: los lóbulos grandes denotan un carácter afectivo y agradable, los angostos señalan obstinación e insensibilidad y los carnosos se refieren a personalidades torpes y preocupadas.
En cuanto al tamaño total de la oreja, podemos decir que las orejas grandes pertenecen a personas creativas e imaginativas, las pequeñas indican que la persona busca lo esencial en la vida y las muy pequeñas, en cambio, denotan una personalidad agresiva y susceptible a ser un secuaz o seguidor.
Por otra parte, tener un hélix delgado indica una forma de ser fría e impasible, mientras que un hélix más grueso sugiere un carácter desconsiderado. Finalmente, tener orejas con formas distintas es señal de una personalidad fácilmente influenciable.
3. Otras cualidades que puedes descubrir en tus orejas
¿Eres del tipo de personas que buscan el éxito o te enfocas más en disfrutar de los placeres de la vida? Los siguientes rasgos de tus orejas pueden ser indicios de ello. Si tienes un lóbulo muy desarrollado, significa que tienes un carácter obstinado, incluso casi mezquino. Aunque por el lado positivo, las personas con esta clase de lóbulo suelen imponerse mejor y hacerse respetar.
Si tu lóbulo es grande, esto indica que te gusta gozar de la vida. Pero cuidado: esta clase de personalidad suele tomarse la vida muy a la ligera en diferentes situaciones. Los lóbulos crecidos de forma vertical y no redondeados son un indicio de éxito en el trabajo.
4. Lo que dice el lóbulo sobre nuestro bienestar
La forma de nuestras orejas no refleja solamente aspectos de nuestra personalidad. Según la teoría de Michael Figge, los lóbulos de nuestras orejas guardan indicios que van más allá de nuestro carácter, ya que en ellos podemos identificar características de nuestra salud y bienestar. ¿Tienes problemas estomacales? ¿O sufres de la vesícula? El pliegue del lóbulo de tu oreja te lo dirá.
Si tu lóbulo tiene un pliegue de 45°, eso significa que tienes un estómago más delicado. Si el pliegue en el lóbulo es más pronunciado, es posible que tengas complicaciones en la vesícula. En cambio, si tienes un pliegue vertical en tus lóbulos, esto sugiere problemas renales y de potencia.
5. Lo que dice el color de las orejas sobre nuestra salud
Incluso si observamos el color de nuestras orejas, podremos averiguar si somos susceptibles a padecer ciertas enfermedades. Si tenemos orejas pálidas, esto indica que la circulación sanguínea presenta complicaciones y que posiblemente tengamos problemas circulatorios. Las orejas enrojecidas indican una deficiencia de hierro, trastornos renales o intestinales y estrés hepático. Por otro lado, las orejas de un color más azulado sugieren insuficiencia cardíaca y un tracto bronquial debilitado.
Definitivamente vale la pena echar una mirada a la forma y a las características de nuestras orejas. Esto puede ser muy útil a la hora de descubrir aspectos de nuestra personalidad, aunque también para revelar cuestiones importantes sobre nuestra salud y bienestar.
