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La preocupada madre que espera a su hija que llega con hambre a casa

Algunos niños llevan a la escuela la lonchera que le preparan sus padres con el almuerzo, ellos se responsabilizan de la nutrición de sus hijos y envían lo que consideran que es bueno para ellos.  Pero, si esta comida no es nada nutritiva ¿deben las escuelas interferir ante los padres para cambiar el menú?

Es una pregunta difícil de responder dado que los padres exigen respeto ante sus decisiones. Una situación similar sucedió en Colorado lo que produjo una reacción controversial con relación a la nutrición y salud de la niña hasta la forma en que los maestros deben manejar su relación con los padres.

1. ¿Por qué llegó la niña de la escuela con hambre?

Lezza Pearson, como todo los días le prepara la lonchera con el almuerzo a su hija Natalee para ir a la escuela. Luego de hacer sus actividades diarias al final de la tarde cuando su hija llega sucede algo extraño, le dice que tiene mucha hambre. Lezza sorprendida le pregunta ¿Te comiste el almuerzo que te preparé?

La niña un poco nerviosa le entrega a su madre la lonchera sin decir ninguna palabra y esta al abrirla se da cuenta que la comida está completa y dentro hay una nota enviada por la maestra que la pone muy triste y pensativa.

2. El cambio de una sociedad ante una situación que la escuela consideró inapropiado

Lezza y su hija Natalee vivían en Aurora, Colorado, un lugar tranquilo, respetable, conformado por vecinos que se ayudan unos a otros, un sitio que las acogió y al que consideraban su hogar.

Lo que nunca imaginaba Lezza era que por una simple lonchera la situación cambiaría radicalmente, sobre todo el trato ofrecido por el personal del Children’s Academy & Childcare Center de Aurora, institución elegida para que se ocupase de la educación de Natalee.

Esa mañana todo se complicó y para que la niña no llevara la lonchera vacía, Lezza la tomó y le colocó lo que nadie imaginaría.

3. ¿Lo mejor para mi hija? Estudios en el preescolar más popular

Lezza buscando lo mejor para su hija Natalee logró conseguir uno de los 150 cupos del preescolar más popular de la localidad, el Children’s Academy & Childcare Center, un centro de gran calidad educativa en esa etapa inicial de preparación para la escuela primaria.

La niña estaba muy a gusto en su escuela y hasta sobresalía en sus actividades ya estaba cerca de obtener culminar ese período preescolar. Tener una niña con salud y buena educación, eso la mantenía tranquila y sin motivo para alguna queja. Pero esta situación cambiaría de la noche a la mañana, dando un giro que se tornaría vergonzoso.

4. Un momento de estrés que trajo un cambio en la vida de todos

Lezza estaba muy contenta con la educación que estaba recibiendo su pequeña Natalee, veían su felicidad en el rostro y los avances que tenía, ella y su esposo nunca habían tenido que ir a la escuela por queja alguna durante el año escolar, hasta ese viernes en que la historia cambió.

¿El problema? Entre el trabajo, la casa y las actividades que realizaba, Lezza al igual que otras madres, no se fijó que ese día no tenía nada en la nevera para realizar el almuerzo de la niña y lo que nunca imaginó es que ese erro ocasionaría un problema mayor.

5. ¿Almuerzo dulce?

Al darse cuenta que no tenía comida en la nevera vio la hora y era imposible llegar a un supermercado por vegetales y frutas para armarle la lonchera a Natalee, no sabía qué hacer, intentaba pensar qué podía colocar para no mandar a la niña sin comida a la escuela.

Después de tanto pensar, Leeza vio un paquete de galletas Oreo que tenía guardadas y decidió colocárselas como regalo en el almuerzo de su hija, además aseguró que le hizo un sándwich muy simple con jamón y queso, aparte unas lonjas extras de queso. Ella manifestó que siempre incluye fruta, vegetales y verduras pero ese día no tenía.

6. ¿Qué tan dañinos pueden ser las Oreos para una niña?

Bild: HeinzTeh / Shutterstock.com

La docente al ver que el almuerzo de la niña era Oreo lo notificó a sus superiores y quedaron preocupados ¿Tenía la escuela derecho de estar preocupado? ¿Era necesario que la maestra notificara a los superiores? ¿Qué tan dañino puede ser una galleta Oreo para una niña? Sólo piénsalo por un momento.

Las galletas Oreos son de las menos saludables del mercado, unas galletas de chocolate rellenas con crema que contienen un alto nivel de azúcares y grasas, si se consume frecuentemente puede ocasionar enfermedades como la diabetes. Además, no es el almuerzo indicado para una niña de esa edad.

7. Notas ofensivas sobre la alimentación de la niña

Leeza al ver como ese viernes Natalee llegó del preescolar pidiendo comida porque tenía hambre, fue cuando le pregunto ¿Qué pasaba? Allí fue cuando al abrir el envase vio junto a las galleras Oreos una nota que al leerla la consideró ofensiva.

La nota enviada por la docente decía “Estimados padres, es muy importante que todos los estudiantes tengan un almuerzo nutritivo. Este es un entorno de escuela pública, y todos los niños deben tener una fruta, una verdura y un refrigerio saludable de su casa, junto con una leche. Si tienen papas, el niño también necesitará pan para acompañarlas”.

8. Compartiendo las ofensas recibidas

Al ver la magnitud de la nota donde se le indicaba lo que debería su hija comer y lo que no, cegada de la rabia compartió foto de la nota en sus redes sociales. La nota también expresaba “los Lunchable, papas fritas, los refrigerios de fruta y la mantequilla de maní no se consideran comida saludable”.

Leeza tenía sentimientos encontrados, era mucha rabia, tanto por la nota como por la forma de decirle las cosas, sin ni siquiera darle la oportunidad de explicar un por qué o si la situación se presentaba constantemente. Simplemente la forma de comunicar su preocupación no era la correcta.

9. Indignación y apoyo en las redes sociales

Una vez que Leeza compartió la nota en las redes sociales el apoyo por parte de otros padres y de algunos amigos fue instantánea, ella expresó “Acabo de recibir un montón de indignación de amigos de los que no había escuchado en años” Entre los comentarios que uno de las personas que comentó el incidente lo catalogó como “ridículo”.

Ella se sintió alagada y ese apoyo le dio fuerza porque reconocía que ese viernes no tenía frutas ni verduras en la nevera pero que tampoco dejó de darle de comer a su hija, además como ella misma dice, no era la manera de hacerlo.

10. ¿Buscaban evitar la obesidad infantil?

La escuela justificaba su actuación en que buscaba el bienestar de la niña dado que las estadísticas de obesidad en el país son realmente alarmantes y esta conducta hace que los niños adopten hábitos poco saludables que los llevan hacia la obesidad y desarrollo de enfermedades en la edad adulta.

El personal de Aurora’s Children’s Academy no lo hizo de mala manera sino que querían recomendar a Leeza que colocar Oreos o cualquier tipo de galleta como almuerzo para una niña no le está brindando el aporte nutricional que ella necesita para desarrollarse. ¿El problema? La forma en que lo hizo.

11. Darle importancia a la alimentación saludable infantil

A la maestra del Children’s Academy & Childcare Center le llamó la atención al ver la lonchera de la niña encontrarse con unas galletas Oreo, pura grasa y azúcares sin ninguna verdura ni fruta, por ello su reacción y el notificar a sus superiores para ponerlos al tanto de la situación

 Para nadie es un secreto el problema de nutrición infantil que existe por ello se creó en Estados Unidos la Ley de Niños Saludables y sin Hambre. Estas normativas legales surgieron para crear en los niños hábitos alimenticios promoviendo almuerzos saludables que incluyan todos los nutrientes que el organismo necesita.

12. Fomentar los hábitos alimenticios saludables desde la infancia

El Children’s Academy & Childcare Center además de ser un lugar preocupado por la educación de la niña también están al pendiente de su desarrollo cognitivo, social y físico; esto va de la mano con una alimentación saludable que los ayude a desarrollarse de forma eficiente.

Sean Patrick Corcoran, investigador y profesor de Economía y Política Educativa de la NYU manifestó “Los estudiantes que comen comidas regulares y saludables tienen menos probabilidades de estar cansados, están más atentos en clase y retienen más información” Por lo tanto, una lonchera con galleta Oreo simplemente no es la mejor opción para que Natalee se desarrolle.

13. Ningún padre quiere ser juzgado

Los padres tratan de hacerlo lo mejor posible con sus hijos, pero nadie está exento a tener problemas, aún así todas sus acciones las hace en pro del bienestar del niño y no para ser ejemplo de otros. Nadie merece ser juzgado por una sola acción errada y mucho menos ser acusado de querer envenenar a su hija con galletas Oreo.

La acción del preescolar lo que buscaba era hacer sentir a Leeza mal y avergonzada. Si ese viernes cuando vio que en la nevera no había nada se sintió mal por no estar pendiente del asa, ahora se cuestionaba su método de crianza.

14. Leeza estaba apenada

Leeza reconocía que la lonchera de su hija no era la más balanceada, que sólo ese día no le había colocado frutas y verduras sino que la complementó con galletas Oreo. Al hablar con los medios reconoció su culpa y que más allá de la justificación de la escuela de que buscan con estas acciones que los estudiantes adquieran hábitos nutricionales adecuados, era la forma como lo hicieron.

La forma cómo le comunicaron y el creerse en el derecho de decir lo que su hija puede o no comer,  fue lo que la molestó, ella dijo “la escuela se pasó” y la hizo sentir “avergonzada”

15. ¿La escuela le está quitando el derecho de los padres en la alimentación de sus hijos?

Leeza no podía creer que el preescolar de su hija por una sola falla con su lonchera le estuviese haciendo esto, haciéndola sentir avergonzada y mala madres, además sobrepasar los límites diciéndole lo que su hija necesitaba consumir en el almuerzo y los alimentos que tenía prohibidos.

Ella expresó ante los medios “Lo que la escuela cree que es saludable para ella no es lo que yo creo que es saludable para ella. Ella necesita comer lo que vaya a comer. Eso es entre ella y nuestro médico, no la escuela”. Tanto la madre como la escuela buscaban el beneficio de Natalee.

16. La niña está sana y sin sobrepeso

Si la niña fuese obesa o si se notara enferma esta preocupación fuera válida, pero Natalee era una niña delgada, muy activa y juguetona por lo que empeoró las acusaciones. Más allá de la contextura de la niña, la escuela se seguía escudando en la promoción de buenos hábitos alimenticios en la niña y a esa edad sólo lo adquiere según lo que a ella le coloquen para comer.

Leeza manifestó “No es como si estuviera ofreciendo galletas a toda la clase, y no es que eso fuera lo único en su almuerzo” Además recalcó que no es una situación constante.

17. En la escuela también tienen acceso a golosinas

Bild: Veronika Sekotova / Shutterstock.com

Leeza no se quiso quedar callada ante tal situación y al verse avergonzada alegó que si la escuela está tan preocupada por la alimentación de Nataleee debería ser coherente con sus ideas y para echarle más leña al fuego indicó que la niña ha consumido golosinas en la escuela que le fueron suministradas por ellos mismos.

En una entrevista en la ABC News expresó: “Dicen que no puedo decidir qué darle de comer, pero a veces le dan comida chatarra” Los llamó “hipócritas” y les exigió respeto por el derecho que tiene de decidir qué darle de comer a su hija.

18. Los padres tienen derechos

En esa entrevista y en cualquier medio al que iba, Leeza insistía en el derecho que tienen como padres de Natalee de incluir en el almuerzo lo que consideren, hasta galletas Oreos, siempre y cuando esto no la enferme y continúa sana.

Indicó “No somos los padres que envían comida chatarra todos los días. Ella tiene un almuerzo completo y saludable. ¡Y esto fue el viernes! ¿Por qué no darle un regalo especial?” Si fuese constante y ellos notificaran no hubiese problema pero por una sola vez que pasó porque una nota tan vergonzosa ¿por qué hacer sentir mal a sus padres?

19. Mala reputación de la escuela

A Leeza lo más que le llama la atención de esta acusación es que en las escuelas y especialmente las cantinas escolares públicas no se caracterizan por ofrecer alimentos saludables sino que les brindan acceso a los niños a chucherías y alimentos con alto contenido de azúcares y grasas.

Esta situación es lo que ha hecho que Leeza luche por el derecho que tiene para alimentar a su hija Natalle, según sus criterios y no por lo que le dicen en la escuela, a menos que la niña presente obesidad, desnutrición o simplemente le esté provocando alguna reacción o enfermedad.

20. ¿Política escolar errada?

La directora del Children’s Academy & Childcare Center en ese momento era la profesora Brenda Dean quien en vista de la situación que se salió de las manos ella expresó a los medios “que estaba investigando la nota, pero que la nota no estaba de acuerdo con la política de la escuela y no debería haber sido enviada a casa de esa manera”

Esto es lo mismo que dice Leeza, todo el problema surgió por lo radical y mal intencionada de la nota, la cual no era en un tono de recomendación sino más hacia la imposición. Además, la forma de enviarla no es la más indicada.

21. Iba saliendo toda la verdad

Lo que sucedió no fue tan drástico, a la niña no le quitaron de forma despectiva el almuerzo de las manos y lo lanzaron hacia la basura, la maestra al darse cuenta de la situación lo comentó a sus superiores. Pero, eso de quitarle la comida y dejarla pasar hambre el resto del día, no es verdad.

A medida que la situación pasaba se iba descubriendo más información sobre el caso y se supo la verdad sobre las opciones que le dieron a la niña para que comiera cuando notaron lo que tenía en su lonchera pero no quiso.

22. A mayor información todo se va complicando

Patti Moon, La directora de comunicaciones de las Escuelas Públicas de Aurora, dijo que “Aunque la escuela prefiere mantener informados a los padres sobre las opciones saludables, tales acciones no deberían ser punitivas. Sin embargo, a Natalee se le había dado la opción de tomar otro refrigerio y por lo tanto no tenía que ir a casa con hambre”

Natalee no quiso comer lo que le ofrecieron y tuvo una conducta rebelde queriendo comerse sólo lo que su mamá le colocó en la lonchera. Como no se lo dieron simplemente se sentó y no comió, así que pasó el día sin comer.

23. ¿Quién aprendió de esta situación?

Esta situación entre Leeza y el Children’s Academy & Childcare Center Aurora en Colorado al que asiste su hija se hizo viral y mediático, además de compartir información en las redes sociales, se hicieron muchas entrevistas en los medios locales. Desde allí empezó una guerra de dimes y diretes en los diferentes medios locales.

Esta situación no duró mucho tiempo, finalizó cuando Natalee culminó esa fase preescolar y paso a otra escuela primaria. Luego de tantos problemas y luchas por los derechos, todo se olvidó. Al final hay que preguntarse ¿Qué aprendieron los padres y las escuelas de esta situación?

24. ¿Las escuelas públicas deberían tomar decisiones con respecto a la comida de los niños?

Esta situación permitió reevaluar la postura de las escuelas públicas ante las situaciones imprevistas que ocurran con sus representados, olvidando el envío de notas y buscando una comunicación más directa haciendo recomendaciones a los padres pero dejándoles saber que ellos son los que tienen el derecho sobre sus hijos.

Por su parte, Natalee ya está en primaria y continúa con su mismo ánimo y buen desenvolvimiento educativo. Este imprevisto también permitió saber el papel que las escuelas públicas tienen en decidir los alimentos que los niños tienen permitidos o prohibidos en el almuerzo, que por los momentos no juega ningún papel.