Buscar tesoros escondidos es uno de los pasatiempos más comunes en Inglaterra. Muchos cazadores de tesoros aficionados pasan largas, y algunas veces improductivas, tardes en busca de piezas de gran valor. Nunca se sabe lo que podría estar enterrado unos cuantos centímetros bajo tierra. Que lo diga Jason Massey, el hombre que descubrió una rara pieza de joyería romana y dio de qué hablar en toda Inglaterra.
Su sorprendente hallazgo arqueológico ha sido considerado uno de los más importantes en la historia de Somerset, al suroeste de Inglaterra, y ahora ocupa un espacio en el Museo Británico de Londres.
1. Entusiasta cazador de tesoros
Cuando pensamos en un cazador de tesoros aficionado, se nos viene a la cabeza la imagen de una persona con un detector de metales caminando lentamente por una pradera. Algunas veces sus descubrimientos no parecen ser más que viejas tapas de botella o algunas monedas. Y aunque la mayoría del tiempo esto no es diferente de la realidad. Otras veces, algunos cazadores ganan el premio gordo.
Claro que buscar cerca a un sitio que se cree que alguna vez fue una villa del antiguo imperio romano hace las cosas mucho más interesantes. Luego de servir en las fuerzas armadas británicas, Jason Massey un oficial detector de plagas y entusiasta cazador de tesoros se unió a “Detect for Veterans” un grupo de cazadores de tesoros aficionados.
2. Detectando tesoros
Inspirado por su pasión y curiosidad por los artefactos enterrados bajo tierra, Jason Massey se unió a “Detect for Veterans”, un grupo de más de 600 veteranos de las fuerzas armadas británicas cuya pasión es la detección de metales. Desde entonces pasa gran parte de su tiempo libre buscando tesoros en compañía de otros aficionados.
Entre los lugares que más visitan están las áreas del país en donde se practica la agricultura. Gracias a que el suelo es arado, es probable que artefactos enterrados emerjan a la superficie. Pero todos quedaron anonadados con uno de los más importantes descubrimientos del grupo durante excavaciones al suroeste del país.
3. La tumba de plomo
Entre los más sorprendentes hallazgos del grupo se encuentra una tumba romana que contenía un ataúd de plomo y más de 250 monedas de plata, bronce y oro en Crewkerne, al suroeste de Yeovil, en el condado de Somerset. Y aunque, se han reportado alrededor de 200 hallazgos parecidos en toda Inglaterra. Este era uno sorprendente y único para Jason y el equipo.
Este primer hallazgo dejó a todos los integrantes con ganas de más. Con un poco de preparación y un plan, regresaron al mismo sitio en busca de más tesoros. Esta vez el hallazgo de Jason dejaría a todos con la boca abierta.
4. A la expectativa
Las semanas antes de volver al sitio de excavación no pasaron en vano, Jason preparó cada uno de los artículos de excavación, junto a su detector de metales y audífonos. Estaba a la espera de que algo sorprendente sucediera y de que hallarán más tesoros.
La zona en donde se realizaría la búsqueda no era nada más ni nada menos que un sitio que se cree que alguna vez fue una villa romana de alto estatus, aunque los arqueólogos no han logrado establecer el tipo de asentamiento romano que alguna vez estuvo en este lugar; los hallazgos de Jason y el equipo dan algunas señales de la posible respuesta.
5. El gran día
Una vez llegó el tan esperado día, el equipo de aficionados se dirigió nuevamente a Crewkerne. Allí era donde habían encontrado la tumba romana y las monedas. Sin mucho preámbulo Jason encendió su detector de metales y comenzó a escanear toda la zona.
Durante el día otros integrantes del grupo habían encontrado unas cuantas monedas de bronce y plata, parecidas a las que habían encontrado anteriormente. Sin duda era un buen descubrimiento, pero nada fuera de lo común. Al pasar de unas cuantas horas Jason no había hallado nada interesante, pero de repente su detector dio una señal.
6. Un tesoro brillante
La reacción de Jason no dio espera. Después de que su detector de metales diera la primera señal, Jason comenzó a cavar. ¿Qué artefacto había encontrado?. Al principio parecía que era una moneda, pero después de desenterrar la pieza completamente, se dio cuenta de que era un anillo, pero no cualquier anillo común. Al parecer era uno de oro con una piedra grabada. Sin duda era un hallazgo espectacular.
Jason se puso de inmediato en contacto con un arqueólogo experto, debía saber qué tipo de anillo era y si este tenía algún valor. No se imaginaba que había dado con el mejor hallazgo de su vida.
7. El anillo de oro
Días después, Jason tuvo una reunión con un equipo de arqueólogos de Somerset. A pesar de que al principio no estaban muy convencidos por el descubrimiento del que Jason les había hablado, una vez vieron el anillo quedaron fascinados. Nunca habían visto un anillo como ese.
Luego de observar detenidamente el anillo, los arqueólogos comenzaron a crear varias teorías sobre su procedencia y valor. Posiblemente el anillo provenía de un adinerado residente de la villa o pertenecía a un comandante de alto rango del ejército romano que vivía en la zona. Lo que no dudaban era de su gran valor histórico.
8. Una verdadera joya de historia
Tras dejar el anillo en manos de expertos, quienes lo revisaron cuidadosamente, Jason se enteró de que este anillo posiblemente perteneció alguien con gran estatus hace más de 1.800 años.
Según los arqueólogos, el anillo data del siglo III d. C. y sirvió como símbolo de estatus, ya que en aquella época el oro era poco común y exclusivo de las personas con bastante dinero y poder. Pero eso no era todo, el anillo era aún más interesante. Además de pesar 48 gramos, contenía una piedra semipreciosa con un grabado de la diosa romana de la victoria montada en una carroza arrastrada por caballos.
9. Dando a conocer la historia en los medios
Rápidamente esta historia llegó a los medios. Tal descubrimiento no podía quedar solo entre algunas personas. Varios medios locales e internacionales entrevistaron a Jason y a los arqueólogos. Todos estaban interesados en la historia detrás de tal hallazgo.
Jason estaba estupefacto y orgulloso de aportar positivamente a la herencia nacional de su país. Según los arqueólogos, anillos como este no son comunes y por ello determinar la procedencia y valor conlleva un gran esfuerzo. Los expertos en el asunto decidieron comenzar determinando las características de la villa en donde se hizo el hallazgo, quién ha vivido allí y de dónde han venido, para luego establecer quién era la persona que llevaba el anillo.
10. El valor del anillo
Este descubrimiento se convirtió en uno de los hallazgos arqueológicos más importantes en la historia reciente de Somerset y parte de los artículos de herencia británica en el Museo Británico de Londres. A pesar de que el valor del anillo y su verdadera historia permanecen como un misterio, Jason sigue a la espera de que pronto el museo establezca el valor real de su hallazgo.
Según una entrevista de un medio local, Jasón compartirá el 50% de las ganancias de la venta del anillo con el propietario del área donde encontró el anillo. Sin embargo, ambos tendrán que ser pacientes, pues esta tarea parece que tomará bastante tiempo.
11. Una pieza de un gran rompecabezas
Además de su belleza, la importancia del anillo está en su aporte al conocimiento acerca del asentamiento romano en el condado de Somerset. Después de todo, los arqueólogos e historiadores todavía están recolectando información sobre la sociedad romano-británica durante los siglos I al IV d.C.
Este hallazgo sugiere que pueden haber otras piezas históricas en esta área del suroeste del país y que solo con ayuda de cazadores de tesoros aficionados podrán ser encontradas. Sin duda, este ha sido otro motivo más para que Jason y el grupo “Detect for Veterans” sigan realizando ambiciosas excursiones y hallazgos. Por su parte, Jason se siente optimista y seguro de que pronto realizará hallazgos iguales o mejores que el anillo.
