Encontrar al amigo ideal puede ser una tarea difícil, pero una vez que lo logras, verás que la vida no tardará en recompensarte. Incluso muchas veces encontramos la amistad en quien menos lo esperábamos… Como es el caso de Bonedigger y Milo: un león feroz y un perro salchicha que han llevado su amistad a un nivel que los humanos jamás podríamos haber imaginado.
Prepárate para conocer esta historia sorprendentemente tierna de un vínculo entre animales tan distintos como lo son Bonedigger y Milo, quienes a pesar de sus diferencias lograron establecer un vínculo único y enseñarnos el verdadero valor de la amistad.
1. Bonedigger, el león
Este es Bonedigger, un león macho de 225 kg que podría atemorizar hasta a los más valientes. Con su tamaño tiene el potencial de ser el auténtico rey de la selva y de imponerse ante cualquier otra especie de la Tierra… Sin embargo padece una enfermedad ósea metabólica y, como los pocos ejemplares del león de Atlas que aún quedan, vive en cautiverio.
No obstante, es un felino con un corazón tierno donde guarda un lugar muy especial para sus amistades caninas. Hablamos de un grupo de perros salchicha que crecieron junto a él con los que formó un vínculo muy especial.
2. La vida en el zoológico GW Exotic Animal Park
Bonedigger vive en un parque zoológico en Wynnewood, Oklahoma (EE. UU.), llamado GW Exotic Animal Park y está rodeado de otros animales exóticos. Pero sus mejores amigos son bastante ordinarios: se trata de un grupo de perros salchichas que todos los días entran a su jaula para jugar con él como si fuera un cachorro más de la jauría.
Su mejor amigo canino es Milo, que es dos años mayor que él y con quien juega desde que ambos son cachorros. John Reinke, cuidador del zoológico, los ha criado a los dos y nunca dejó de sorprenderse por la increíble conexión entre ambos.
3. John Reinke, el cuidador
El zoológico de animales exóticos se encuentra a cargo de John Reinke, un humano que sin duda tiene una personalidad muy especial para atreverse a entrar a las jaulas de tantas bestias feroces, como Bonedigger. Él es amante de los animales y dedica su vida íntegramente a su cuidado y protección.
Pero John Reinke tiene su propia historia: antes se dedicaba al bungee jumping hasta que perdió ambas piernas en un trágico accidente. Luego de varios años de rehabilitación y con la ayuda de dos piernas protésicas, John ha encontrado una nueva pasión en su vida en el cuidado de los animales.
4. Un vínculo sin precedentes
¿Acaso no es la imagen más tierna que han visto jamás? Así es como se ve la amistad de Milo y Bonedigger que parece estar más allá de toda diferencia de especies. El mismo Sr. Reinke se sorprende del nivel de comunicación que tienen estos dos compañeros, ya que su manera de interactuar no es como la de un perro y un león normales. Si Bonedigger ruge ferozmente, Milo no se asusta y va en busca del próximo juego. También disfrutan de sesiones de odontología: después de las comidas, Milo suele limpiar los dientes de su gran amigo león.
Incluso el Sr. Reinke cuenta que los salchichas a veces dominan a Bonedigger, quien definitivamente actúa como uno más del grupo.
5. La lucha de un león
Como ya hemos dicho, Bonedigger ha nacido con una enfermedad metabólica ósea, por lo cual el león debe hacerle frente a sus problemas de salud a diario. El animal debe luchar constantemente contra el agotamiento, la debilitación y dolores crónicos. Si bien su enfermedad está controlada, Bonedigger se siente muy bien acompañado por Milo. Cuando sufre de dolores y debe descansar, Milo siempre está allí a su lado para animarlo y así evitar que se deprima.
Bonedigger ha sido excelentemente criado por el Sr. Reinke, no hay duda de eso. Pero la compañía diaria de los perros salchichas y la de Milo en particular hacen de este enorme paciente un animal feliz en el día a día.
6. Almorzando con un león
Incluso al Sr. Reinke le cuesta creer cómo Bonedigger es capaz de comer junto a sus amigos salchichas. Nadie creería que un ejemplar de felino pudiera compartir su comida con otros animales… Pero sorprendentemente, este león tan particular no acostumbra a comer solo: a su alrededor también comen sus amigos caninos de su misma ración.
El Sr. Reinke cuenta que por lo general los leones son bastante celosos de su comida, y Bonedigger, con su gran tamaño, fácilmente podría ahuyentar a todos los salchichas y comerse toda la comida solo. Pero el león prefiere compartir con sus buenos amigos. Sin duda tenemos mucho que aprender de la solidaridad de este león.
7. Cómo criar a un león
Cualquiera que viera las fotos del Sr. Reinke con su león, creería que se trata de un auténtico domador de leones. Si bien es extraño que una inmensa bestia como Bonedigger se lleve tan bien con el pequeño Milo, también es sorprendente el nivel de afecto que le demuestra al Sr. Reinke. Él no se siente atemorizado ni intimidado cuando pasa tiempo con Bonedigger, lo cual resulta bastante evidente ya que fue él quien lo crio en cautiverio.
Ciertamente, el Sr. Reinke no es un domador de leones. Simplemente comparte una conexión especial con Bonedigger, ¡quien siempre disfruta de acostarse sobre las piernas protésicas de su padre adoptivo humano!
8. Al comienzo
Desde que Bonedigger era un león bebé, el Sr. Reinke ha estado a su lado alimentándolo y ayudándolo a luchar contra su enfermedad. Le ha dado los mayores cuidados y formó con él un vínculo poco usual entre un humano y un león. Incluso ha logrado que la bestia responda a sus órdenes. El león escucha a su amo y lo obedece… ¡Como si fuera un perro! No resulta sorprendente al pensar que Bonedigger se crio entre un grupo de perros salchichas y posiblemente haya adoptado muchos de sus hábitos y comportamientos caninos.
En la foto vemos a John Reinke acariciando a Bonedigger cuando era más pequeño. Nótese que la melena del león apenas comenzaba a crecer.
9. Otro buen amigo
Ya vimos a Bonedigger interactuar con su grupo de amigos caninos y con su humano criador… ¿Pero cómo se lleva con sus pares gatos? Este león no es el único gran felino que vive en el parque. En esta foto se lo ve junto a su otro buen amigo Tony, un tigre que también fue criado en cautiverio, pero que a diferencia de Bonedigger, no padece ninguna enfermedad.
Ambos felinos crecieron juntos y disfrutan de hacerse compañía el uno al otro. Pero como todo tigre, la naturaleza de Tony es más solitaria y a veces prefiere andar solo. Bonedigger no se disgusta, ya que cuando no está tomando sol junto a Tony, tiene a su otro mejor amigo Milo esperándolo para jugar.
10. ¿Encantador de felinos?
Al observar todas estas imágenes, cualquiera diría que la debilidad del Sr. Reinke son los grandes felinos. Si bien se dedica a su crianza en cautiverio, no debe ser nada fácil entrar a la jaula de semejante bestia feroz que podría despedazarte en segundos. Él es consciente de que estos animales podrían atacarlo muy fácilmente, sin embargo no siente miedo cuando está con ellos y disfruta mucho de ayudarlos y de cuidarlos.
Es claro que estos enormes felinos sienten todo el cariño y el cuidado que el Sr. Reinke les brinda y por eso le dan la bienvenida a su hogar.
11. Una verdadera amistad
Difícilmente veas otro caso de amistad entre un enorme león y un perro salchicha, pero en el zoológico GW Exotic Animal Park todo es posible. Estas dos criaturas jamás se habrían conocido de no haber estado en cautiverio, donde pueden jugar, descansar, alimentarse y hacerse compañía a pesar de todas sus diferencias. Al ver las imágenes de este gran felino junto a su pequeño amigo canino, nuestros corazones recibirán una fuerte dosis de ternura y de inspiración.
En conclusión, Bonedigger y Milo nos enseñan que la amistad puede surgir donde menos lo esperas y superar todos los obstáculos que puedas imaginarte. ¡Las posibilidades son infinitas!
