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La increíble sorpresa que se llevó una camarera

Bild: vectorfusionart / Shutterstock.com

Cualquier persona que haya trabajado como camarera en un bar o restaurante, sabe lo caótico que puede convertirse este trabajo. La gente puede estar de muy buen humor, pero cuando se ponen ansiosos por la comida y sus estómagos empiezan a crujir, el ambiente se torna tenso y nervioso. Un gran problema es cuando los clientes te superan en número. Ya que normalmente se pretende prestar atención a todos y cada uno de los clientes, pero no siempre se logra.

Los camareros procuran tener siempre todo bajo control. El problema es que nunca se sabe el tipo de clientes que vendrán. Tampoco si serán simpáticos o groseros. Todo es una cuestión de suerte.

1. Trabajo sacrificado

Ashley Latella

Un grupo de amigos entró a un local por la noche. Ashley Latella hacía su típica jornada de trabajo en el Seagrape Café situado en Fairfield, Connecticut. Era diciembre y las fiestas de Navidad estaban en su auge. Ashley intentaba trabajar lo mejor posible y dejar satisfechos a todos sus clientes, aunque la demanda era extremadamente alta.

Mientras ella corría lo más rápido posible para atender a todos sus clientes, el local se desbordaba de gente a la hora de la cena. De repente, un grupo numeroso de estudiantes entró al bar gritando y haciendo bromas. Al rato se dispusieron a hacer su pedido.

2. Presencia extraña en el bar

Entre tanto trabajo, Ashley igualmente notó que habían 3 hombres tomando asiento para pedir su orden. El encargado del negocio Carlos Carmo, también los observó. Había notado algo raro en los hombres. Por esta razón se había propuesto vigilarlos pero con el tumulto de la noche, comenzó a distraerse en otras cosas.

Los hombres hicieron su pedido y Ashley intentó hacer lo mejor posible su trabajo. Los hombres ordenaban y ordenaban. Y Ashley comenzó a sentirse incómoda, ya que cada vez que se dirigía a buscar el pedido, sentía sus ojos de fijos en su espalda. En cuanto les alcanzaba el pedido, los hombres quedaban totalmente callados.

3. Los 3 hombres misteriosos

Bild: Novikov Aleksey / Shutterstock.com

Ahley empezó a sorprenderse de la actitud de los clientes. Y después de tanto tiempo en la gastronomía, sabía muy bien que los consumidores más tranquilos eran los más problemáticos. Con el tiempo, había diseñado la estrategia de cambiar con algún compañero masculino cuando los clientes la ponían incómoda. Pero justo esa noche el local estaba tan lleno, que no había posibilidad alguna de hacer este cambio.

Ashley no comprendía la razón de que esos 3 hombres estuvieran en un bar de estudiantes. El Seagrape Café era conocido dentro del ambiente estudiantil y no era habitual ver gente mayor en sus instalaciones. Ashley tenía un presentimiento de que algo en esa noche no iba a funcionar.

4. Algo para lo que no estaba preparada

Bild: Standret / Shutterstock.com

Por fin llegó el momento de llevarles la cuenta a los hombres. Ashley se sentía aliviada, su turno se estaba terminando y deseaba regresar a casa lo antes posible para descansar. Al querer cobrar la cuenta, vivió algo para lo que no estaba preparada.

El platillo junto con la cuenta se encontraba entre los codos de uno de ellos. Ashley quiso recuperarlo, pero el hombre no se lo entregó. Ella sintió como le clavaba los ojos y la miraba de arriba hacia abajo hasta que llegó hasta su rostro. Tomó el platillo y se lo alejó para que no lo alcanzase.

5. Pánico en el trabajo

Ashley Latella

Mirando a Ashley fijamente, uno de ellos empujó el banco hacia atrás mientras que los demás hombres hicieron lo mismo. Todos se pusieron de pie mientras que el primero le hacía un gesto con el cuello mirando hacia una puerta. Al ver que Ashley estaba confundida, el hombre le repitió el gesto.

Cuando Ashley se dio cuenta de que el hombre quería pagar la cuenta privadamente, ella quedó tan paralizada que sentía el escalofrío corriéndole por su espalda. Comenzó a buscar a su representante pero entre la muchedumbre pero fue en vano. Felizmente pudo llamar la atención de Carlos que pasaba a las corridas a su lado.

6. Halago para Ashley

Carlos

Carlos había entendido lo que Ashley le comunicaba con sus ojos. En cuanto vio a su compañera tan temerosa, tomó la decisión de encargarse del asunto e ir a esa habitación trasera junto a los hombres. Carlos no tenía idea de lo que estaba pasando, pero suponía que los hombres estaban insatisfechos con el servicio.

Al llegar a la habitación, los hombres se dispusieron a hablar. Afirmaron que habían estado observando a Ashley toda la noche y que habían quedado impresionados con su forma de trabajo. Ninguno de los demás camareros había podido seguir su ritmo. Al oír esto, Carlos se relajó. Pero pronto pasaría algo que nunca hubiera esperado.

7. La propina inesperada

Cuando los hombres se dispusieron a darle la cuenta, Carlos vio la cifra de la propina y casi pierde el conocimiento. Había una propina de $500 por una cuenta de $112. La cara de Carlos estaba congelada.

Pero los clientes le pidieron que volviera a mirar la cuenta. La propina de $500 no era del todo correcta. Observando el número con atención, Carlos vio que la cifra tenía 3 ceros, es decir que eran $5.000 en vez de $500. Tanto Ashley como Carlos estaban tan emocionados, que a ella se le empezaron a caer las lágrimas. Ambos no entendían el porqué de este gesto.

8. Obra del Señor

Bild: lunopark / Shutterstock.com

Los hombres extraños parecían tener mucho dinero: ¿pero por qué justo le entregaban este monto al personal de este local? Según sus explicaciones, ellos formaban parte del grupo llamado “Propinas para Jesús” y realizaban su misión dando propinas. Habían estado de viaje dentro de Estados Unidos buscando a los camareros más trabajadores de restaurantes y repartiendo grandes propinas. Sólo en Manhattan habían dejado 11.500 dólares en propinas.

Mientras los hombres relataban lo que hacían, Ashley ya estaba pensando en lo que haría con su propina. Ashley sabía exactamente lo que iba a hacer con su parte de la propina. Decidió comprar juguetes con todo el dinero que recibió.

9. Ayudando a los necesitados

Bild: MediaGroup_BestForYou / Shutterstock.com

Los juguetes los compró en una tienda y los donó a la campaña Al´s Angels. Ashley estaba muy agradecida y no quería quedarse con el dinero. Pero esta no fue la única vez que Ashley ayudó a los necesitados. Ya había estado recogiendo juguetes y mantas en su oficina para donar.

El trabajo de los camareros no es un empleo que permita hacerse rico prontamente. Para la mayoría de ellos significa una ayuda para llegar a fin de mes. El último reto en las redes sociales se llama ’tip the bill’ o también ’tip the bill challenge’ y promueve participar en la diversión de los demás, difundir el amor y sentirse bien haciéndolo.

10. #Challenge

Bild: tomertu / Shutterstock.com

Se trata de ordenar todo lo que desees del menú y dejar en la cuenta una propina de 100%. Algunas personas han dejado incluso más. Este reto vino en el mejor momento, ya que la gente deja cada vez menos propina.

Además, hay estudios que muestran que casi el 50% de los comensales no sabe cuánto dejar de propina. Pero: ¿cuánto se paga si uno quiere dar una propina apropiada? La cantidad recomendada es entre el 15% y el 20% del valor de la cena. Y por suerte, debido al reto ’tip the bill’, la gente está subiendo las propinas.

11. Orgullo de ser cliente

Bild: Jacob Lund / Shutterstock.com

El propietario del restaurante Blue 4, Christofer Nardelli, ofrece un menú muy requerido llamado gumbo, que contiene pollo y unas salchichas Andouille. Tanto él como James Turner, el chef, se encargaban de enviar habitualmente a los clientes informaciones de futuros eventos en el restaurante.

James también ha enviado correos electrónicos personalmente a clientes, solicitándoles que le avisaran con antelación la próxima vez que quisieran comer el gumbo en el restaurante y de esta manera prepararles el que les gustara.

Un día en el Blue 4, la camarera Laura Dally miró la cuenta de un cliente frecuente que siempre pide el gumbo y es conocido por dar buenas propinas. ¡Y no podía pudo dar crédito a lo que veía!

12. Otra propina increíble

Bild: Helen Sushitskaya / Shutterstock.com

El hombre había dejado una propina de $2.000 para una cuenta de $93. Laura fue enseguida a buscar a Christofer. Los dos estaban aturdidos, no sabían qué hacer. Chris recuerda que no sabía lo que decir. Junto con la cuenta había una nota que indicaba cómo repartir la propina entre los tres: para Laura y Chris eran $500 cada uno, y para el chef James $1.000.

Chris envió al día siguiente un correo al hombre, agradeciendo su atención y preguntándole el porqué de su propina tan alta. El hombre contestó estar muy contento con lo que se construyó y también dijo ser un orgulloso cliente de ese restaurant.

13. El final

Bild: Cozine / Shutterstock.com

Cada uno de los empleados que recibieron las propinas, decidieron utilizar su dinero en forma sutil. Chris usará el suyo como ayuda mensual para la cuenta de la guardería de su hijo. James invertirá el dinero en su familia, y Laura de 29 años, usará el suyo para seguir pagando sus cursos de terapeuta ocupacional en el Montgomery College.

Para el chef James, es gratificante saber que el trabajo de uno es apreciado y valorado por los clientes. Pero todavía viene lo más sorprendente de la historia: al dar vuelta la cuenta, el cliente agradecía a todos por el gumbo recibido.