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Un cachorro de apenas dos días quedó huérfano… ¡Averigua cómo logró sobrevivir!

Bild: Oleksandr Lytvynenko / Shutterstock.com

Las mascotas pueden llegar a ser grandes compañeros en nuestras vidas. Su amor incondicional ha conquistado los corazones humanos desde la prehistoria. Desde perros y gatos hasta leones y delfines, los humanos no hemos dejado de enamorarnos de los animales y vivido a su lado las más emocionantes aventuras.

Pero no todos los animales corren esta suerte… En las grandes ciudades no es extraño encontrarnos con pequeños amigos de cuatro patas vagando por las calles y luchando por sobrevivir. Conoce la historia de Bobby, un cachorro de chihuahua que tuvo que enfrentarse al abandono con apenas dos días de vida.

1. Un cachorrito abandonado

Bild: TheGlowingCarrot / Shutterstock.com

Esta es la historia de Bobby, un cachorro de chihuahua que quedó huérfano en un accidente de auto. Una persona que pasaba caminando por el lugar vio al pequeño animal llorando al borde de la calle y decidió ayudarlo. Bobby fue llevado a un refugio de animales de la Sociedad Humanitaria de Michigan para recibir los cuidados necesarios.

Cuando Bobby por fin llegó a su hogar transitorio, los veterinarios notaron que el cachorro había nacido hacía nada más que dos días y de que no sería capaz de sobrevivir si no recibía leche materna de inmediato. Debían actuar rápido para que el pequeño Bobby siga con vida.

2. Bobby necesita una madre

Bild: nata-lunata / Shutterstock.com

Como te debes imaginar, un cachorrito de apenas dos días no puede comer alimentos sólidos y solo puede alimentarse de la leche de su madre. Pero Bobby había quedado huérfano recién nacido y necesitaba recibir atención inmediata. La tarea habría sido muy sencilla si en el refugio hubiese tenido una perra lactante que acepte a un cachorro más entre sus hijos para alimentar, pero lamentablemente no fue así.

La situación era preocupante y el personal del refugio se preguntaba cómo podrían ayudar a Bobby. Hasta que alguien tuvo una idea: había una gata lactante en el refugio… Así que el personal decidió que valía la pena intentarlo.

3. La mamá menos esperada

Bild: Rashid Valitov / Shutterstock.com

La idea que tuvo el personal del refugio fue la de llevar a Bobby junto a la gata que estaba alimentando a sus gatitos recién nacidos e intentar que lo incluyera. Pero no solo tendría que aceptar a un cachorro más, sino que debía incluir a un bebé de otra especie. Ya todos sabemos bien cómo suelen llevarse los perros y los gatos…

No obstante, el personal del refugio apostó a que la gatita despertara su instinto maternal al ver a un huérfano hambriento y decida ayudarlo. ¡Y eso fue exactamente lo que sucedió! La gata adoptó a Bobby y le dio de amamantar como a un gatito más.

4. La mejor opción de todas

Bild: NATRUDEE MUANGTA / Shutterstock.com

Seguramente se estarán preguntando por qué no alimentar a Bobby con un biberón, como suele hacerse cuando el bebé queda huérfano. Lo cierto es que una empleada del refugio llamada Faith O’Georgia advirtió que alimentar a un cachorro tan pequeño con un biberón podría ser riesgoso para su salud. Además, esto complicaría la situación aún más ya que el refugio no poseía los recursos necesarios como para alimentar a Bobby más de diez veces al día.

Por eso, O’Georgia sugirió intentar que Bobby fuera adoptado por Gwen, la gata lactante del refugio, para evitar mayores complicaciones. ¡La idea fue todo un éxito!

5. El nuevo miembro de la familia

Bild: Ermolaev Alexander / Shutterstock.com

Los animales suelen ser muy solidarios con sus pares, mucho más cuando se trata de huérfanos hambrientos. Los empleados del refugio sospecharon que Gwen acogería al pequeño Bobby sin poner ninguna objeción, pero no se imaginaron cuánto cariño sería capaz de darle.

No solo lo acomodó entre sus hijos gatitos como a uno más, dándole de mamar como a todos los demás, sino que también lo adoptó como si fuera su propio cachorro y lo incluyó en la familia. La imagen de Gwen lamiendo a sus gatitos para limpiarlos y luego haciendo lo mismo con Bobby fue algo realmente adorable.

6. Un cachorro más

Bild: Grigorita Ko / Shutterstock.com

Pero no solo la madre decidió incluir a un nuevo miembro en la familia. ¡Los gatitos bebés también se alegraron de tener un hermano más! Esto nos demuestra cuán inocentes y cariñosos pueden ser los más pequeños y nos da una lección de solidaridad a los humanos. Incluso algunos gatitos disfrutaban más de jugar con Bobby que con sus hermanos felinos.

Sin embargo, Bobby no podría quedarse a vivir allí para siempre… El personal del refugio explicó que una vez que Bobby fuera independiente y pudiera dejar la leche materna, sería enviado a vivir con una familia de humanos que quisiera adoptarlo.

7. Criado entre gatos

Bild: Grigorita Ko / Shutterstock.com

Si bien Bobby puede considerarse a sí mismo muy afortunado de haber sido rescatado y luego acogido por Gwen y sus gatitos, ciertamente el encontrarse rodeado de gatos por tanto tiempo le impide desarrollar sus instintos caninos. Por eso, el refugio determinó que una vez que el cachorro pueda comer alimentos sólidos, tendrá que separarse de Gwen y de sus hijos para crecer como un perro independiente.

El personal del refugio decidió que lo mejor sería que Bobby fuese adoptado por una familia que ya tenga otros perros y así facilitar su adaptación en el nuevo hogar para que desarrolle sus instintos de perro.

8. «Como perros y gatos»

Bild: Liliya Fadeeva / Shutterstock.com

La mayoría de las personas seguro lo pensarían dos veces antes de juntar a un perro con un grupo de gatos, ya que las cosas podrían salir muy mal. Pero no fue el caso de Bobby y su familia de gatitos. Durante su estadía en el refugio, él aprendió que los gatos también pueden ser sus amigos y no desarrolló esa famosa enemistad. Bobby podría ser adoptado por cualquier familia que también tenga gatos como mascotas.

Durante ese tiempo, Bobby creció fuerte y sano y finalmente logró entrar en cuidado de crianza. Ya casi está listo para ser enviado a su nuevo hogar.

9. Un final feliz

Bild: hedgehog94 / Shutterstock.com

Luego de permanecer en el refugio durante un mes recibiendo toda clase de cuidados, Bobby encontró una familia dispuesta a adoptarlo para darle una vida mejor y brindarle todo su amor y cariño. Le cambiaron el nombre a Lemmy y lo recibieron con mucha alegría.

Con su nueva familia, el cachorro logró aprender las costumbres caninas de la vida de mascota, por ejemplo a ser guardián y a jugar con los humanos. Está muy contento de formar parte de su nuevo hogar, pero siempre guardará un lugar especial en su corazón para Gwen y los gatitos, su primera familia adoptiva.