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La conexión entre un bebé y el perro de la familia

La llegada de un nuevo bebé a la familia es motivo de tan alegría, pero cuando se tienen mascotas que estaban acostumbrados a toda la atención de los dueños se hace estresante la situación al pensar ¿Cómo irá a reaccionar? Este sentimiento es normal ya que quieren que el niño y la mascota se sientan cómodos y sobre todo que estas no sientan celos o vean invadido su espacio.

La mayoría de los perros tienen una manera distinta de reaccionar hacia el bebé que está llegando, si el momento se sabe manejar, por lo general será de manera positiva. Verás las más increíbles y dulces reacciones en esos primeros encuentros.

1. ¡Llegó el momento de la bienvenida!

¡Llegó el día! El perro sabe que hay un extraño en casa, está inseguro de quién es, va de un lado al otro buscando cariño e intentando llamar la atención, en ocasiones pareciera que tuviera celos o estuviera pensando ¿se va a quedar aquí? Un recién nacido no el compañero ideal de juego para un perro.

Pero, no te preocupes, con el tiempo se acostumbrará, ira poco a poco reconociendo su olor y sabiendo que es parte de la familia, un amigo con el que podrá jugar. Será su mejor aliado y juntos vivirán increíbles momentos juntos en poco tiempo.

2. Conociéndose poco a poco

Con el paso de los días el perro irá acercándose cada día más a los bebés, la idea no es obligarlo a que los acepte sino dejarlo que él lo haga por su cuenta, eso sí, mientras este proceso de aceptación y celos pasa es importante ofrecerle atención, que no sienta diferencia en el trato porque si no su actitud será hostil.

No demorarás en ver como tu perro resguarda el sueño de tus pequeños, no les importará recostarse y estar en silencio mientras que los bebés tomen su siesta. Verás imágenes que te emocionarán al visualizar cómo se va dando la gran conexión entre ellos.

3. ¿Qué es eso que hace?

Todo va muy bien hasta que el bebé se despierta llorando, momento en el que los perros levantan esas orejas y se colocan en posición de defensa, se acercan a la cuna a ver qué pasa, se les puede ver su cara de confusión, no entienden qué está pasando, qué es ese ruido que están escuchando, pero se dejan llevar por su instintos y buscan ayudar al niño aunque sea parados cerca mirándolo y buscando que deje de llorar.

Lo mismo pasa cuando están dormidos, algunos perros tienden a recostarse en silencio y cuando pasa mucho tiempo empiezan a caminar de un lado al otro, como ansioso de que se despierte.

4. Se va dando la conexión

El instinto del perro va mucho más allá de lo que pudiésemos pensar, él se da cuenta que ese nuevo integrante de la familia no le hace daño a su dueño, sino que entre ellos hay una gran conexión y por ello debe protegerlo y cuidarlo. No hay palabras para describir cada gesto entre el bebé y el perro.

Ese mismo nivel de cariño que tiene el perro con el dueño lo transmite al bebé, por ello lo cuida y se vuelve su inseparable amigo, se le acerca, lo huele, lo lame y juega con él. Recuerdos que quedarán plasmados para siempre.

5. Más que un guardia de seguridad

El perro, sin importar su tamaño, al ver al nuevo miembro de la familia por primera vez se emociona y aunque los padres están recelosos de su reacción ya que puede generar celos, al final brindan mucho amor y protección al bebé, se vuelve su guardia de seguridad.

Empieza a darle vueltas donde esté, cuando el bebé duerme se recuesta al lado, sea de día o de noche él estará allí pendiente de que nadie lo moleste, le hace sacar algunos instintos maternales. Por lo general, se espera que el niño tenga el mismo amor hacia su perro, que es su compañero fiel.

6. Una pareja inseparable

Cuando menos lo esperes ya el perro se habrá hecho inseparable con el bebé y hasta al verlo dormir querrá montarse en su sillita mecedora para compartir una siesta durmiendo juntos, al primer chance ya nadie lo podrá bajar.

No te estreses, si el niño no llora o se incomoda, es porque la pareja está a gusto y cómodo al dormir. Para el perro es como tener una almohadita muy suave donde se puede recostar aunque su instinto los hace saber que no es seguro que se monte sobre él. Existen bebés que no les gusta tener nadie cerca a otros les encanta.

7. ¡Dale seguridad a tu perro!

La primera vez que el perro ve al niño puede ponerse triste, muchos por los celos se ponen ásperos y desobedientes ¿Cómo se soluciona? Pues, brindándole un poco de atención y  seguridad de que todo está bien, hacerle saber que él es parte de la familia y siempre será así.

Con respecto a la reacción del bebé, por ser tan pequeño no se puede saber qué es lo que piensa. Afortunadamente, el perro no tuvo una mala reacción y aunque al principio estaba un poco receloso, con el tiempo se fue acostumbrando a que ese bebé era parte de la familia.

8. Felicidad compartida

Sin darse cuenta uno no puede estar sin el otro, el perro está pendiente de él, cuando no lo ve lo busca, el bebé lo mismo y sólo con verlo se sonríe dulcemente. En esas ocasiones que el perro ve feliz al niño, está juguetón, alegre, corriendo de lado a lado para que el niño se alegre.

Una de las imágenes que quedarán grabadas para siempre en la memoria de los dueños es cuando el perro busca la manera de dormir con el niño, se va acomodando y parece que lo cargara en sus manos. Un guardián grande y peludito que vela el sueño de los niños.

9. El vínculo cada día es mayor

Existen humanos y animales que su conexión es tan fuerte que se refleja rápidamente en cualquier imagen. Es como las relaciones de los humanos solo algunas personas llegan a ser amigos y que cada día el vínculo se afianza, pues así pasa con estos fieles animalitos. Nada más ver como el perro huele suavemente a ese recién nacido sin despertarlo, un comportamiento que al fin de cuentas no se enseña porque su primera reacción sería ladrar.

En este caso no es así, si estuvo un poco asustado al olerlo, por ello la expresión de su cara, lo mira sin saber por qué es tan pequeño, porque su dueña lo carga.

10. Dos pequeños en casa: Un bebé y un cachorro

Tener en casa un cachorro y presentarle al nuevo miembro de la familia, un hermoso bebé, no es nada sencillo, debido a la edad del animal, lo que si es que podrán crecer juntos, habrá mucha diversión y verlos juntos es totalmente adorable, es tener dos bebés en casa. De seguro hay más de una imagen capturada.

El cachorro querrá conocer al bebé, olerlo, llamar la atención tanto del niño como de sus dueños; luego de unos días ya estará más acostumbrado a su presencia, lo cuidará, protegerá y hasta podrá dormir junto a él. Posteriormente le toca el turno al bebé de explorar a su hermano peludo.

11. Los mejores cuidadores

Imagínate tener en casa dos perros grandes y que llegue el bebé, pues es afortunado, ese recién nacido será protegido por los mejores cuidadores. Al principio como están más grandes podrán estar un poco tosco por los celos, pero luego que se van acostumbrando, el niño estará plácidamente dormido en el medio de sus dos perros.

Se puede observar que uno está más cerca como protegiéndolo y el otro un poco más distante pero parados como para que nadie se acerque. Una vez creado el vínculo ellos se convertirán en los guardianes del niño. El bebé parece no importarle el tamaño del animal.

12. ¿Quién es este peluche que se mueve y me hace reír?

Aunque al principio, el perro es el extrañado sobre ese nuevo integrante de la familia que está en los brazos de mamá o papá y que no sabe quién es. Con el paso de los días, cuando ya el bebé empieza lo mira como diciendo quién es este que corre de un lado al otro y me hace reír. Situaciones por las que se pasan, lo mejor es que luego los verás disfrutando juntos.

Disfrutan desde los primeros días en los que se conocen, besos, abrazos y mucha protección es lo que hay entre los dos, una pareja que enamora a cualquiera.

13. El protector

Una vez que un perro crea vínculo con el bebé este lo puede proteger hasta de sus propios padres, es un lazo que se va formando tan fuerte que se hace inquebrantable. A estos animales les sale su instinto maternal o paternal que están pendientes de sus cachorros y que no los dejan solos en casa, hasta los padres saben que pueden dejar por unos minutos al bebé con el perro en la misma área sin ningún problema.

Con el paso del tiempo esta situación se mantiene y se llegan a convertir en los mejores amigos de juegos, al poder correr y disfrutar juntos.

14. Una fotografía real

Bild: Chirtsova Natalia / Shutterstock.com

Hay unas imágenes de niños con animales que son tan irreales, que a la final no tienden a transmitir nada, todo lo contrario a esta fotografía, se ve a un niño acostado en una cunita viendo a la cámara como diciendo “No quiero fotos” y al lado se puede observar con una pose elegante a su guardián, un perro sentado con posición erguida que está viendo hacia otro lado, como si hubiese escuchado o visto algo.

Al final los dos no estaban muy felices, los tomaron en su pose real sin mucha producción, pero lo que destaca es la pose del perro de protección.

15. El mejor amigo para jugar.

Cuando un bebé ya tiene unos meses disfruta más el contacto con el perro, son muchas las risas salen espontáneamente, juegos, búsquedas con la mirada y hasta llamadas con las manos, ya el vínculo se ha establecido y ahora son los mejores amigos.

Esta situación de amistad se plasmó en una fotografía cargada de buena vibra y alegría, en la cual se ve a un bebé de unos meses y un cachorro acostados en una manta boca arriba con la misma posición y una sonrisa que le roba el corazón a cualquiera. Un niño alegre estimulado por su pequeña mascota.

16. Una foto del primer encuentro.

Siempre el primer encuentro entre un bebé y la mascota de la familia causa intriga, por ello muchas personas aplican diversas técnicas para evitar que el perro sienta invadido su espacio por esta personita que llega al hogar y así hacer más fácil la adaptación.

En esta ocasión, esa primera vez quedó plasmado en la fotografía, vistieron a la niña para la ocasión, con una diadema hermosa, una manta en el suelo donde ella estaba jugando y allí se dio esa primera mirada. Se ve claramente como las dos colocaron la misma posición y se estaban mirando fijamente a los ojos como diciendo ¿Quién eres tú? Al final no sabemos cómo termino la historia pero fue un mágico momento.

17. Los mejores amigos

Uno de los perros más lindos del mundo son los Pugs, su cara arrugada y sus expresiones tristes enamoran a cualquiera, además de que son una de las razas más amorosas y leales que existen.

Pues, imagínate combinar en una foto a un pugs con un bebé, no hay nada más tierno y que no te cause una sonrisa. En la foto se ve a un bebé sonriendo acostado en una silla mecedora aguantando a su perro pugs que se le sentó al lado quitándole espacio. Al bebé no le quedo más que prácticamente  recostarse de la espalda del animal.

18. Un divertido momento

Aunque fue una foto realizada en una sesión profesional, no es la clásica del niño solo, colocado en un set decorado de una figura infantil, esta es más real, por ello la belleza de la imagen y todo lo que refleja.

Se ve a un bebé rodeado de naturaleza, sentado en grama conociendo a un perro, el bebé le toca la cara y este le da un beso, capturándose el momento cuando el niño está con una reacción con los ojos cerrados y una sonrisa de felicidad y el perro mirándolo fijamente. Se nota la alegría del niño de conocer a un animal, no se intimida por su tamaño sino que juega con él.

19. Complicidad

Desde que el perro conoció a su hermano pequeño no se quiso separar de él, parece que lo había esperado con ansias, estaba pendiente donde lo colocaban, lo seguía, cuando le daban espacio lo hacía reír y le demostraba cariño, siempre fue muy dulce.

Con el tiempo ese vínculo se siguió fortaleciendo y ahora era el bebé quien no podía estar en casa sin buscar al perro con la mirada, el jugar juntos como en esta foto era lo mejor, se puede ver claramente la complicidad, uno al lado del otro acostados sobre una manta y el bebé sonriendo feliz.

20. Mejores amigos siempre

En esta imagen se confirma que cuando un perro es noble y tiene gran vínculo con el niño no importa el tamaño que tenga, es muy poco probable que le pueda hacer daño sino que más bien lo cuida y lo protege.

En esta foto esto se refleja claramente, una imagen adorable de un perro de gran tamaño que se colocó al lado de un bebé de meses y le colocó su pata por encima de los hombros para abrazarlo, la reacción del bebé es de alegría. Es como ver dos amigos en un día de campo abrazados posando para una foto.

21. ¡No lo despierta nadie!

Una foto donde se ve la grandeza y nobleza de un perro, el amor que le brinda a un ser tan pequeño al que quiere y cuida como un hijo. Un bebé durmiendo plácidamente acurrucado por su mascota que tiene la cabeza puesta en su espalda, sin molestarlo.

Al ver esta imagen se fácilmente se puede decir que ese perro no dejaría que nadie llegara a molestar o despertar al bebé, está allí despierto, velando sus sueños como diciendo “No se metan con él” y aunque se duerma con esa posición si el niño se despierta se va a despertar él.

22. Necesito dormir

Luego de muchas noches velando el sueño del bebé, pendiente si se despertaba o se movía, en esta ocasión el perro tomó su espacio al lado del niño y se quedó plácidamente dormido. El bebé despierto recostado del pecho del animal, se puede interpretar de dos formas o se estaba moviendo para que se despertara o estaba tranquilo para dejarlo descansar.

Esta foto muestra la complicidad de un perro con su hermano humano, porque aunque esté dormido está en posición de aquí estoy pendiente de ti. Se ve la complicidad, el bebé sin llorar al lado de su guardián y hermano perruno.

23. ¡Los papeles cambian!

Cuando el bebé llega a la casa y el perro tiene vínculo con él, tiende a cuidarlo, lamerle la cara, intentar jugar con él y hasta meterse en su sillita pensando que es una almohadita, allí se recuesta hasta que quedan dormidos.

Cuando el bebé crece la situación cambia, el perro tendrá que tener paciencia porque el niño va a querer explorar, tocarle las orejas, cola, agarrarle los pelos y ahora es él quien se le monta encima y lo usa como almohada. Hay perros tan fieles que son felices de jugar con su hermanito humano y no les importa acompañarlo en sus travesuras.

24. Descansar juntos

Una de las características de los perros es que les gustar dormir las siestas con sus dueños, bien sea en una orilla de la cama y los más amorosos se montan en el pecho y allí se duermen. Esta rutina es beneficios tanto para el perro como para el dueño ya que lo relaja y recarga de buenas energías.

Lo mismo sucede con los niños, aunque hay padres que por miedo lo prohíben, los que son protectores no se querrán despegar del bebé ni un minuto y si el bebé está durmiendo en su coche ellos intentan montarse o hacerles sentir que están cerca.