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15 fotos de la Isla de Pascua y sus misterios

Bild: f11photo / Shutterstock.com

También conocida como “isla de las cabezas gigantes”, la Isla de Pascua alberga uno de los misterios más fascinantes de toda la Tierra. Con sus hermosos paisajes naturales y su intrigante cultura ancestral, esta pequeña isla chilena atrae a miles de científicos y aventureros.

Su mayor atractivo son las más de 900 estatuas esculpidas los nativos de la isla llamadas moáis. Los moáis constituyen la mayor atracción turística de la isla y a lo largo de los años han dado lugar a numerosas investigaciones arqueológicas con el objetivo de resolver los misterios de su origen.

La siguiente lista detalla algunas de las teorías en torno a la Isla de Pascuas que han quitado el sueño a más de un estudioso.

1. Ubicación en el mapa

Bild: lavizzara / Shutterstock.com

La Isla de Pascua es una de las islas más remotas del mundo. Si bien políticamente depende de Chile, América del Sur, la isla se encuentra en la Polinesia, Oceanía, en el océano Pacífico a 3512 km de la ciudad chilena de Caldera. El territorio habitado más cercano es el de las islas Pitcairn a 2075 km de distancia.

Su superficie es de 163 km2 y su población es de 7750 habitantes que viven en la localidad de Hanga Roa, capital y único poblado de la isla. Casi la mitad de sus habitantes se consideran a sí mismos “rapanui”, etnia polinésica nativa de la isla.

2. Un poco de historia: ¿por qué se llama Isla de Pascua?

Ilustración en el libro La escritura: Memoria de la humanidad (p. 127), Georges Jean, colección «Biblioteca ilustrada ● Descubrir la arqueología» (nº 15), 2012. / Wikimedia Commons

Un navegante neerlandés llamado Jakob Roggeveen realizó un extenso viaje desde la isla neerlandesa Texel, atravesando el Atlántico y llegando a las costas chilenas, desde donde luego exploraría Oceanía. En ese trayecto, Roggeveen llegó a la isla de los rapanui el 5 de abril de 1722, el día de Pascua de Resurrección, por lo que la bautizó como Paasch-Eyland o Isla de Pascua. En esta ilustración, vemos a Jakob Roggeveen frente a dos moáis al explorar la isla.

Sin embargo, el nombre de “Isla de Pascua” poco tiene que ver con la cultura nativa de la isla. Por eso, recientemente el gobierno chileno aprobó la iniciativa de incluir el nombre e “Rapa Nui” a la denominación oficial de la isla.

3. Los primeros habitantes

Émile Bayard (1837–1891) / Wikimedia Commons

Durante el siglo XX se creía que los primeros humanos en habitar la isla habían sido indígenas procedentes de Sudamérica. Sin embargo, de acuerdo con las últimas investigaciones por parte de arqueólogos y lingüistas, hoy en día se sabe que el origen de la etnia rapanui proviene de la Polinesia, posiblemente de las islas Marquesas, entre los siglos IV o V d. C.

Más tarde, en el siglo XIX, la población nativa se redujo drásticamente víctima de la esclavitud y debido a epidemias. En esta ilustración podemos ver al explorador francés Alphonse Pinart ante la Reina de la Isla de Pascua y sus hijas en 1877.

La anexión chilena comenzaría en 1888 con la firma de un tratado de anexión de la isla.

4. El hombre-pájaro

Autor desconocido / Wikimedia Commons

Según estudios antropológicos, se cree que los isleños sufrieron una crisis de sobrepoblación entre los siglos XV y XVIII. Esto llevó a la sobreexplotación de los recursos naturales y a la deforestación de la isla. Ante esta crisis, el pueblo se rebeló contra la clase dominante e inició una guerra civil. Como resultado, la construcción de los moáis cesó repentinamente e incluso algunos fueron derribados.

Así surgió un nuevo rito ceremonial: el Tangata manu (“hombre-pájaro”). Según esta costumbre, los representantes de los distintos clanes competían para recoger un huevo de manu tara (el gaviotín pascuense). El primero en conseguirlo se convertiría en el “hombre-pájaro” para que su clan tuviera una posición privilegiada durante un año.

5. Las cabezas misteriosas

Bild: ESB Professional / Shutterstock.com

Estas impactantes estatuas monolíticas distribuidas por toda la isla han desconcertado a científicos de todo el mundo desde su descubrimiento. Su nombre original en rapanui es “moái”, que significa “escultura”. Se han realizado numerosas investigaciones arqueológicas para averiguar el origen de estas enormes estatuas y su función dentro de la cultura rapanui.

La isla cuenta con más de 900 moáis de una altura media de 4,5 metros. Fueron construidos toba del cono volcánico Rano Raraku entre los siglos IX y XVI. No obstante, hay evidencia de que la construcción fue abandonada repentinamente, ya que se han descubierto estatuas a medio labrar en la roca.

6. La leyenda de los moáis

Bild: RPBaiao / Shutterstock.com

Solamente siete de los casi mil moáis que se alzan en la Isla de Pascua miran hacia el océano. Se encuentran en Ahu Akivi y, según la leyenda transmitida por los nativos, representan a los primeros siete habitantes de la isla. Su posición de frente al mar no es aleatoria: ocurre que estas siete estatuas quedan exactamente frente a la puesta de sol en el equinoccio de primavera y dan la espalda al amanecer en el equinoccio de otoño.

Las demás estatuas miran hacia el interior de la isla. Se cree que se construyeron en representación de los antepasados de los nativos para que su mana (poder sobrenatural) se proyecte sobre sus descendientes.

7. Empujando 5 toneladas de concreto

Bild: Galina Barskaya / Shutterstock.com

Uno de los grandes misterios en torno a estas magníficas estatuas es cómo habrán hecho los rapanui para trasladarlas por toda la isla. Si bien la mayoría de los moáis pesa alrededor de 5 toneladas, un número considerable de estatuas alcanza las 10 toneladas.

A lo largo de los años se desarrollaron muchas hipótesis acerca de cómo se habría podido mover los moáis hasta sus puestos sin la ayuda de grúas ni de ninguna tecnología moderna. Algunas teorías sugieren el uso troncos o rodillos de madera de manera tal que los moáis pudieran rodar en posición horizontal. Aunque la hipótesis más aclamada la detallaremos a continuación.

8. ¿Imposibles de mover?

Bild: MarcvanKessel.com / Shutterstock.com

Un ingeniero e investigador checo llamado Pavel Pavel desarrolló una teoría que bien podría haber resuelto este misterio arqueológico tan intrigante. Para demostrar su hipótesis, Pavel creó su propia estatua de tamaño natural tipo moái junto con el etnólogo y aventurero noruego Thor Heyerdahl.

El sistema consistía en tomar unas cuerdas y atarlas a la altura de los ojos del moái, dos hacia los lados y una hacia atrás de la estatua. Lo que sucedió fue que el moái logró desplazarse en posición vertical gracias al esfuerzo de 18 personas que sostenían las cuerdas y hacían balancear lentamente la estatua hacia adelante.

9. Los caminos de los moáis

Bild: Marco Ramerini / Shutterstock.com

Thor Heyerdahl cree que los nativos de la isla habrían construido caminos como medio de transporte. En el año 2000 un grupo de geólogos norteamericanos excavaron algunas de estas carreteras que se cree sirvieron para transportar los moáis. Originalmente, una parte de estos caminos fue excavada en el lecho de roca de la isla.

Heyerdahl se opuso a la teoría de la arqueóloga británica Katherine Routledge, según la cual las carreteras habrían sido construidas por motivos rituales. Estas carreteras conducen al volcán extinto Rano Raraku, donde aún hoy se encuentran casi 400 estatuas en distintas fases de construcción. Esta imagen muestra uno de los caminos que atraviesa la ladera del Rano Raraku.

10. Tipos de moáis

Bild: Alberto Loyo / Shutterstock.com

Ningún moái es igual a los demás. Tienen diferentes tamaños y diseños. Algunos incluso llevan sobre su cabeza una especie de sombrero color rojizo llamado pukao. Si bien la altura promedio de los moáis es de 4,5 metros, los rapanui han logrado labrar y trasladar dos estatuas de 10 metros de altura.

Las estatuas más grandes se han encontrado abandonadas en la ladera de la cantera del Rano Raraku. Incluso se ha descubierto un moái de más de 21 metros de alto, llamado Te Tokanga (“el gigante”). Este colosal quedó sin terminar en su nicho y habría pesado más de 200 toneladas. ¡Una cifra increíble aún para la tecnología moderna!

11. La estatua más antigua

Bild: Robert Szymanski / Shutterstock.com

Otro de los descubrimientos del explorador noruego Thor Heyerdahl es este moái llamado Tukuturi, el más antiguo de la isla. Se estima que fue construido en el siglo VI d. C. y difiere ampliamente de los demás moáis.

Se trata de una figura femenina con la cabeza algo elevada mirando al el cielo y en posición arrodillada, como si estuviera orando. Es un poco más pequeña que las demás estatuas (3,70 metros de altura) y es la única que no se encuentra de pie. A diferencia de los demás moáis, Tukuturi tiene rasgos más humanos y fue construido con piedra roja de la Puna Pua.

12. Los hallazgos tras las excavaciones

Bild: Kristopher Kettner / Shutterstock.com

En 1992 comenzó un proyecto llamado el Easter Island Statue Project, dirigido por Jo Anne van Tilburg de la Universidad de California, para desenterrar los secretos de Rapa Nui. El equipo excavó los cuerpos de algunos de los moáis enterrados en la cantera del Ranu Raraku.

Mediante estas excavaciones los arqueólogos revelaron que estos moáis fueron levantados sobre pedestales de piedra en el mismo lugar donde hoy se encuentran enterrados. También descubrieron que quedaron enterrados por el correr del tiempo y por causas naturales.

Además encontraron agujeros para postes y guías de sogas que podrían haber servido para levantar las estatuas, así como restos de un pigmento rojo que sugiere que los rapanuis habrían pintado sus moáis.

Las teorías descartadas

William Hodges (1744–1797) / Wikimedia Commons

Según Thor Heyerdahl, los primeros habitantes de la isla habrían pertenecido a alguna cultura preincaica de América del Sur. Sin embargo, análisis posteriores del ADN de los isleños demostraron que indudablemente los rapanuis provienen de la Polinesia y que poseen más rasgos asiáticos que sudamericanos. Asimismo, lingüistas han clasificado el idioma rapanui dentro de la familia de las lenguas polinesias, junto con el hawaiano, el marquesano y el maorí.

Otra teoría sugiere que los moáis habrían sido creados por extraterrestres. Esta teoría fue descripta por el autor suizo Erich von Däniken en su libro titulado “¿Carros de los dioses?”. No obstante, su hipótesis fue rechazada por los científicos, en parte porque los moáis están hechos de piedras reales de la isla.

La capital

Bild: mmtsales / Shutterstock.com

Este increíble centro arqueológico también tiene su capital: Hanga Roa, que en rapanui significa “bahía larga”. El 87% de los isleños vive en la capital, y no todos son originarios de allí. La ciudad cuenta con algunos hoteles, restaurantes, supermercados y tiendas. Al norte de la ciudad se encuentra el Museo Antropológico Padre Sebastián Englert donde se expone una colección de objetos y dibujos de la cultura Rapa Nui.

Si bien la principal actividad económica de la localidad es el turismo gracias a los viajeros de todo el mundo que llegan para ver los moáis, allí también se desarrolla la pesca, la agricultura y la administración.

El turismo en su máxima expresión

Bild: Arlene Grace Evangelista / Shutterstock.com

En la Isla de Pascua no solamente podemos visitar los moáis. Algunas agencias de turismo ofrecen a los visitantes una experiencia cultural enriquecedora. Es el caso de la compañía Ancestral Tours que ofrece a los turistas un paseo de la mano de Moi, un nativo rapanui, quien muestra cómo vivían los isleños. El paseo se desarrolla tanto sobre la isla como también en el agua, ya que los turistas incluso pueden practicar esnórquel en Ovahe Beach.

Durante la visita, los turistas junto con Moi recogen los peces arrastrados por el mar. Luego Moi se dispone a cocinar para los turistas como lo hubiesen hecho sus antepasados para que todos disfruten de una auténtica comida rapanui.